A partir de una simulación de la atmósfera terrestre, un programa analiza los datos de color de distintos puntos del cielo y sus cambios a lo largo del tiempo. La computación implica separar, organizar, analizar. Cómo se mueve el sol y cómo cambia el color del cielo, cuáles son sus ritmos, sus relaciones, sus tensiones. Esa información es replicada en la instalación compuesta por luces dispuestas a modo de telar.